Descarbonización, descentralización y digitalización
Al adherirse al Pacto Verde, la Unión Europea se ha comprometido a reducir a cero las emisiones netas de gases de efecto invernadero para 2050, con objetivos intermedios para 2030 y 2040. El plan de acción incluye tanto la promoción del uso eficiente de los recursos avanzando hacia una economía limpia y circular, como la restauración de la biodiversidad y la reducción de la contaminación.
Las redes inteligentes pueden contribuir en gran medida a la consecución de estos objetivos europeos. En lo que respecta a la distribución de electricidad, implantar redes inteligentes significa:
- explotar las tecnologías de la información para permitir el intercambio de datos e información entre los distintos nodos con el fin de optimizar los flujos;
- transformar el papel del consumidor final de usuario pasivo en productor de energía (por ejemplo, mediante paneles solares en sus tejados) e informador que ayude a la red a planificar un uso eficiente y evitar picos de potencia y excesos de producción;
- maximizar la seguridad y eliminar fugas y derroches, reduciendo así el consumo;
- integrar los recursos energéticos distribuidos (DER) en la red, cambiando el modelo de distribución de oligárquico a distribuido. Cuanto más se generalicen las pequeñas centrales de energía renovable, más cerca estarán los lugares donde se produce y se consume la energía (incluso coincidiendo en algunos casos), lo que conducirá a la eliminación de las fugas en las largas redes troncales de transporte.
Redes inteligentes para la distribución de electricidad y gas